Cucho Peñaloza y los Mad’s

Manongo Mujica, Manolo Ventura, Billy Morgan y Alex Ventura.
Cuando un hombre miente, mata una parte del mundo. -Cliff Burton (Metallica)

Este artículo es una refutación al capítulo “Los Mad’s se hacen los mads”, de Cucho Peñaloza, incluido en su libro Los Rolling Stones y sus viajes al Perú. En el camino de los demonios. 1969-2016.

En el 2004 el señor Peñaloza publicó Los Rolling Stones en Perú en colaboración con el escritor Sergio Galarza, donde no menciona la historia de los Mad’s ni siquiera para desmentir su autenticidad; conjeturo que no la conocía. Doce años después, en su segundo libro y ya divulgada la historia, clama por la falsedad de esta.

El autor, ex conductor televisivo y activo internauta, tiene como más prestigioso blasón ser el mayor fanático de la banda inglesa en el Perú. Sus palabras ya son usadas como argumento de autoridad; de ahí la pertinencia de esta réplica.

Alex Ventura en backstage del festival en la Isla de Wight.

Alex Ventura en backstage del festival en la Isla de Wight.

La relación de los Mad’s con los Rolling Stones y su posterior carrera en Inglaterra conforman una historia que no está exenta de contradicciones. El autor señala algunas, acertando en determinadas ocasiones, pero carece de visión de conjunto y eso desmadeja su narrativa. No ha investigado pese a que exige hacerlo y no ha consultado fuentes primarias. Ha emitido de manera apodíctica juicios que demandan una mayor sustentación. Ha urdido mal su versión de los hechos.

Bill Morgan, Bimbo Macedo, Linda Ventura y Manolo Ventura en el departamento en Londres.

Bill Morgan, Bimbo Macedo, Linda Ventura y Manolo Ventura en el departamento en Londres.

Aparentemente tiene razón: “Si bien los Mad’s viajaron a Inglaterra y conocieron al baterista de Jimi Hendrix, no tocaron en un concierto junto a él ni firmaron un contrato discográfico para la Rolling Stones Records […]”. Strictu sensu, tiene razón en ambos reparos: no puede garantizarse que hayan hecho un concierto junto a Mitch Mitchell y no hay un contrato de grabación. Sin embargo, el punto de partida de la primera acusación parte de una mentira. En ningún momento los hermanos Ventura han declarado que hayan hecho un concierto junto a Mitch Mitchell, menos aún con Jimi Hendrix, quien moriría poco después del festival de la isla de Wight. En cuanto al contrato de grabación, no podemos presentar ninguna prueba definitiva. En todo caso, los entrevistados en este artículo darán su posición al respecto. A esto hay que sumarle un tema polémico como la relación entre los Mad’s y Marshall Chess; he repreguntado a los personajes en lo que a este tema se refiere.

De arriba a abajo: Alex Ventura, Linda Ventura, Mitch Mitchell, Wayo Salas, Bill Morgan, Richard “Bimbo” Macedo.

De arriba a abajo: Alex Ventura, Linda Ventura, Mitch Mitchell, Wayo Salas, Bill Morgan, Richard “Bimbo” Macedo.

Por otro lado, el autor toma un artículo de la prensa de espectáculos de la época (fuente muy discutible) para sacar conclusiones apresuradas. El comentario a un recorte periodístico en el que se habla de una presunta gira del grupo a Inglaterra resume su posición: “Los Mad’s inflando un poquito de prensa para su viaje, dicha gira nunca se cristalizó”. Peñaloza debería saber que presentarse en Londres en locales como Speakeasy y Marquee, donde tocaron grupos como los Stones, Queen o Motörhead, no es poca cosa. No eran precisamente bares de esquina.

Alex, Linda y Manolo Ventura en departamento de Londres.

Alex, Linda y Manolo Ventura en departamento de Londres.

Luego de presentar su reconstrucción de los hechos, creyéndola definitiva, el autor emite su veredicto: “por lo que concluyo que los Mad’s, siendo grandes músicos, estaban bien mads al crear estas casi, casi…”. Los puntos sucesivos no engañan a nadie. Por contexto no se los puede reemplazar por “verdades”. Estas palabras cuestionan directamente la palabra de los integrantes del grupo. Esta es la teoría del complot.

Peñaloza sustenta su sentencia afirmando: “No se encontraron con Jagger ni tienen fotos con Hendrix. No hay material que respalde su versión. Es una historia de anécdotas”. Para el autor, la foto es la prueba. Sino, estás mintiendo. Se tumba sin más el testimonio y erige la dictadura de la fotografía predigital. La imagen y no la voz. Su idea sobre la relación entre los Stones y los Mad’s peca de simplista; esta no es tan directa como él quisiera. Ver a los hermanos Ventura cheleando con Jagger y Richards es la única prueba que acepta. Si seguimos a pie juntillas su metodología concluiríamos que, como hay muy pocas imágenes de grupos tocando en vivo en matinales, estas no existieron.

Alex Ventura y Billy Morgan. En la pared puede notarse el afiche de la despedida en el Tiffany.

Alex Ventura y Bill Morgan. En la pared puede notarse el afiche de la despedida en el Tiffany.

Este método para encontrar la verdad excluye la deducción y el testimonio. Y eso es un error. Porque en estos casos hay que preguntarle directamente a los involucrados. Yo creo que algunos tienen palabra, no todos mienten, como cree el señor Peñaloza. Todavía hay gente honorable. Por eso es necesario informarse y luego sacar una conclusión.

Me propongo demostrar que los Mad’s emigraron a Inglaterra, tuvieron cierto grado de inserción en la escena británica, ensayaron en los estudios de Bermondsey Street propiedad de los Stones, tocaron en vivo en los mejores clubes de Londres como el Marquee o el Speakeasy y grabaron en el castillo de Mick Jagger, lo cual confirma la existencia de una relación con el grupo inglés. De este modo desarmaré la teoría del complot.

***

Presento seis fuentes distintas. Conversé con el primer baterista, Richard “Bimbo” Macedo, a principios de siglo y publiqué la entrevista en el 2009 en mi libro Demoler. El señor Peñaloza dice que Macedo “…cuenta esa historia de manera distinta cada vez que se lo preguntan, lo cual lo hace más gracioso”. Debo matizar este juicio. No tanto volubilidad sino hipérbole y fabulación caracterizan su versión. Aparentemente Macedo es el único miembro del grupo al que Peñaloza ha entrevistado, aunque no podría asegurar si realmente lo ha hecho. Lo que sí puedo afirmar sin duda alguna es que no ha conversado con ninguna de las fuentes que aquí presento. Ellos mismos, los protagonistas de este caso, me lo han dicho.

Manongo Mujica, Manolo Ventura, Billy Morgan y Alex Ventura.

Manongo Mujica, Manolo Ventura, Bill Morgan y Alex Ventura.

Buscando triangular la historia y luego de múltiples esfuerzos, pude ubicar a Billy Morgan (bajo y voz) y Alex Ventura (segunda guitarra), que viven en Estados Unidos. Los seguí durante un fin de semana y los entrevisté juntos y por separado. No se contradijeron el uno al otro. Publiqué su versión en la revista Dedo Medio el 2011. Para este artículo he vuelto a conversar con Alex Ventura, quien complementó y revisó algunas de sus antiguas declaraciones.

Para tener aún más certezas y en vistas a la segunda edición, corregida, aumentada y reescrita de mi libro Demoler, que será publicada este año, he conversado con el segundo baterista, Manongo Mujica, que los acompañó en su etapa londinense. Su trayectoria en el mundo del jazz y la música experimental es incuestionable y ha sido reconocida internacionalmente.

Manolo Ventura, Bill Morgan, Alex Ventura y Manongo Mujica en estudio de The Rolling Stones en 47th Bermondsey Street, Londres.

Manolo Ventura, Bill Morgan, Alex Ventura y Manongo Mujica en estudio de The Rolling Stones en 47th Bermondsey Street, Londres.

No contento con ello, he conversado con dos testigos peruanos que los vieron en Inglaterra. Ambos tienen una larga y muy reconocida trayectoria profesional. Son personas respetables y no se prestarían a una maquinación de esta naturaleza. No creo que el señor Peñaloza se atreva a calificarlos tan fácilmente de embusteros como ha hecho entre líneas con los miembros de los Mad’s (Billy Morgan, los hermanos Ventura, Richard Macedo y Manongo Mujica), a quienes ni siquiera conoce ni ha entrevistado. Es más, habla a espaldas de ellos. El primer testigo es Julio Chávez-Cabello, antiguo miembro de los Shain’s, los Drag’s y promotor de conciertos internacionales. El segundo es Wayo Salas, famoso campeón, pionero y difusor del karate en nuestro país.

Alex Ventura, saliendo del castillo de Mick Jagger durante la grabación del demo en Stargroves, Londres.

Alex Ventura, saliendo del castillo de Mick Jagger durante la grabación del demo en Stargroves, Londres.

Estas tres nuevas fuentes no hacen sino confirmar, en líneas generales, lo que ya he escrito. Sin embargo, nunca hay que creerlo todo ciegamente. Al confrontar versiones siempre se encuentran divergencias y silencios. Pero también hay consensos. El lector deberá sacar sus conclusiones. De él depende la reconstrucción de los sucesos. Es inevitable la referencia a Rashomon, la película de Kurosawa en la que los personajes cuentan el mismo crimen pero desde distintos puntos de vista. Debo advertir que en esta narración no he incluido acontecimientos que, si bien son importantes en la vida del grupo, no lo son para este artículo y la tesis que pretende demostrar. Los dejo aplazados para mi próximo libro.

Faltan aquí las declaraciones de Manolo Ventura, líder y primera guitarra del grupo, a quien no he podido localizar. Se lo dejo al señor Peñaloza, quien presumo quiere realmente conocer toda la verdad.

Y ahora, que los que realmente vivieron la historia den su testimonio.

***

–Una noche estábamos tocando al aire libre en un club en Ancón cuando escuché: “los Stones están aquí” –dice Bill Morgan.

–Escuchamos desde el escenario que Mick Jagger y Keith Richards estaban en el malecón, entre el público –dice Alex Ventura–. No pudimos conocerlos. Se armaron seis broncas sucesivas, así que decidimos no movernos y seguir con la presentación. Ya estábamos acostumbrados a los disturbios que causaban nuestras actuaciones. Al terminar el concierto, Manolo se fue a caminar. De un momento a otro se le acercaron Mick Jagger y Keith Richard, quienes le dijeron que les había gustado mucho nuestra música, que deberíamos ir a Inglaterra y que nos pusiéramos en contacto con su manager. Manolo anotó un número y un nombre en un papel.

Alex Ventura, junto a cartel de The Rolling Stones, de la época del álbum Beggars Banquet.

Alex Ventura, junto a cartel de The Rolling Stones, de la época del álbum Beggars Banquet.

En su libro, Peñaloza señala que, según fuentes cercanas a los Mad’s, los Stones le habrían entregado el contacto de Marshall Chess y que eso es un anacronismo. Tiene razón. Esto sucede en enero de 1969 y Marshall Chess colaboró con los ingleses desde 1970; además, el número 1 del catálogo de Rolling Stones Records fue Sticky Fingers, de 1971. No sé de quién era el nombre anotado en el papel; es uno de los espacios en blanco de esta historia, pero de hecho trabajaron con él y, como quedará demostrado, debían tener algún contacto con los Stones. Lo más probable es que les hayan dado únicamente el número de su agencia de management, aunque esto es solo una conjetura.

Todos los acontecimientos ulteriores desmienten la tesis del complot.

–Creo que el número de teléfono era el de Trevor Churchill, dado que, como se ha señalado, Marshall Chess estaba en Estados Unidos –dice Alex Ventura–. Sin embargo, trabajamos con él en Inglaterra, eso es indudable, y quizás por eso me haya equivocado. En todo caso, llamamos inmediatamente y, durante 1969, preparamos nuestro viaje. Organizamos nuestro último concierto en el Tiffany el 20 de diciembre de 1969.

Manolo Ventura, Bill Morgan, Manongo Mujica, con batería de Charlie Watts.

Manolo Ventura, Bill Morgan, Manongo Mujica, con batería de Charlie Watts.

En la primera mitad de 1970 Manolo y el baterista viajaron a Londres. Al poco tiempo Manolo me llamó por teléfono desde la oficina de los Rolling Stones en Inglaterra. Me dijo que querían que viajáramos inmediatamente. Fuimos recibidos en el aeropuerto por Manolo y el baterista. Era el 15 de agosto de 1970. Días después fuimos al estudio de los Rolling Stones en Bermondsey Street, cerca de la estación de Metro de Waterloo, donde hicimos una audición frente Marshall Chess y Trevor Churchill (manager de los Stones para Europa), quienes nos dijeron que iban a invertir miles de libras en nosotros. Mick y Keith estaban presentes y les encantó. Fue la única vez que tocamos con el primer baterista en Inglaterra. Que haya habido un acuerdo firmado con la organización de los Stones, no lo sé. Sí sé en cambio que nos querían lanzar en un club en Formentera. Después de ese ensayo nos dieron al 100% el uso del estudio de Bermondsey Street. Por sugerencia del management pasamos de llamarnos Mad’s a Molesto, para así evitar ser confundidos con la revista americana MAD. En la traducción, Molesto parecía el término más apropiado para reflejar el concepto de loco, desequilibrado, enojado y era un nombre con fonética latina. Lou Reizner fue nuestro manager. Se le designó luego del cambio de nombre.

***

El Isle of Wight Festival se desarrolló durante cinco días, del 26 al 31 de agosto de 1970, ante una audiencia aproximada de seiscientas mil personas. Tocaron, entre otros, Taste, Lighthouse, Chicago, Family, Procol Harum, Cactus, John Sebastian, Joni Mitchell, Miles Davis, Ten Years After, Emerson, Lake & Palmer, The Doors, The Who, Sly and The Family Stone, Free, Jethro Tull, Donovan y Jimi Hendrix, quien había sido una de sus mayores influencias (y moriría dos semanas después del evento).

Alex y Manolo Ventura, Bill Morgan, Manongo Mujica, en los jardines del castillo de Mick Jagger, en Strgrooves, UK.

Alex y Manolo Ventura, Bill Morgan, Manongo Mujica, en los jardines del castillo de Mick Jagger, en Stargrooves, UK.

–Nos dieron una ambulancia de la II Guerra Mundial que habían acondicionado con alfombras persas y pipas de agua –dice Richard “Bimbo” Macedo–. Luego de llegar nos metimos al backstage y nos separamos. Cada quien se puso a huevear por su lado. La primera vez que nos anunciaron estábamos tan alejados uno del otro que se tuvo que pasar al siguiente grupo. Entonces nos reunimos y quedamos en no separarnos para la próxima vez que nos vocearan. Nos desplazaron en la lista de grupos y así decidimos hacer de nuevo tiempo. Cada quien por su lado otra vez. El lugar era una locura: las mujeres y las drogas se te regalaban por doquier, resultaba imposible estar concentrado. Entonces nos volvieron a llamar y la historia se volvió a repetir dos veces más. Cuando al fin pudimos coordinar y juntarnos, el festival de la Isla de Wight ya había culminado.

–Nos ubicamos en el backstage, en una amplia zona cercada donde dormían con los demás músicos–dice Alex Ventura–. No fuimos con la intención de tocar. Llevábamos dos semanas en Inglaterra. Fuimos como invitados. La lista de grupos ya había sido hecha meses atrás. Llevábamos dos semanas en Londres. Recién nos estábamos ubicando.

–Fui a Wight en compañía de Bimbo porque los otros Mad’s fueron en otro carro de otra delegación –dice Wayo Salas–. Eran caravanas de caravanas. Estuve con ellos en el backstage, no entre el público. Los Mad’s no tocaron ni estaban programados para tocar.

***

–Nos la teníamos que tomar en serio –dice Bill Morgan–. Comenzamos a ensayar todos los días de la mañana a la tarde en una sala donde teníamos todos los instrumentos y equipos a disposición. Cambiamos de repertorio. Empezamos a tocar básicamente composiciones de Manolo. Encontramos en un rincón el órgano de los de Procol Harum y un armonium, instrumento que trabajaba con cintas y que era usado para hacer efectos psicodélicos. El nuevo ambiente nos hizo evolucionar. Manolo se había vuelto un compositor prolífico y sus canciones cambiaron el sonido del grupo.

Manolo y Alex Ventura, Manongo Mujica, Billy Morgan, en sala de ensayo de The Rolling Stones, junto al piano de Procol Harum.

Manolo y Alex Ventura, Manongo Mujica, Billy Morgan, en sala de ensayo de The Rolling Stones, junto al piano de Procol Harum.

–Yo viví en Inglaterra entre el 69 y el 73 –dice Wayo Salas–. Me había ido a estudiar ingeniería de sonido en una universidad de arte en Londres cuando recién estaban saliendo esas profesiones y compartía piso con los Mad’s en Picadilly Circus, en el centro de la ciudad. En aquellos tiempos estuve muy cerca de la escena rockera. Incluso he tenido varios encuentros con Mick Jagger. No solo la primera vez que vino al Perú. También he estado en su fiesta de cumpleaños. Me llevó Lionel Bart. Nos quedamos hasta las 6:00 de la mañana.

En ninguno de sus dos libros sobre los Rolling Stones en el Perú el señor Peñaloza ha citado a Wayo Salas. Ni siquiera para desmentirlo.

–Era el traductor de Bimbo y los hermanos Ventura, que no sabían hablar muy bien inglés –dice Wayo Salas–. Al departamento iban Mitch Mitchell, Ginger Baker y Rory Galagher, que es el hombre más humilde que te puedas imaginar, muy introvertido. Se sentaba con su pelazo cubriéndole el rostro. Ni siquiera hablaba. Si decía algo tenías que decirle “habla de nuevo y grita”, pero en el escenario se transformaba. Era un buen amigo, muy buena persona. También hemos tenido relación con The Mammas and the Papas. Me consta que hubo una relación con los Rolling Stones aunque nunca los vi ju,ntos. Una vez estuvimos en el departamento de Marshall Chess.

Manolo y Alex Ventura en Londres. Al reverso de dicha foto le escriben una dedicatoria a su madre donde le cuentan las aventuras del viaje a Londres.

Manolo y Alex Ventura en Londres. Al reverso de dicha foto le escriben una dedicatoria a su madre donde le cuentan las aventuras del viaje a Londres.

–Parábamos con Jack Bruce y Ginger Baker–dice Alex Ventura–. Mitch Mitchell y su esposa venían a visitarnos a nuestro departamento. En una de ellas Manolo nos tomó la foto con él. Mi hermano solía tocar con Steve Winwood y Brian “Blinky” Davison, el baterista de The Nice; Bill Morgan lo hizo con Jeff Beck. También estuvimos con Mamma Cass y Joe Cocker. No hay muchas imágenes. No íbamos a sacar la cámara todo el rato. Estábamos con compañeros músicos. Nunca hubo ninguna fotografía con Mick Jagger. Nunca dije que la tuviera.

  • Me acuerdo de Jack Bruce y Mitch Mitchell –dice Bill Morgan–. Incluso grabé una conversación con él. Es una prueba de que todo esto pasó.
  • Manolo era amigo de Mitch Mitchell, de Ginger Baker y trabajó con Carl Palmer –dice Manongo Mujica.
  • Me consta que hubo una relación con los Stones –dice Wayo Salas– Los Mad’s se dieron cuenta del valor que tenían afuera porque hubo gente que realmente apreció su música allá– A Bimbo lo llamaban a tocar un montón de veces. Eran algo que los ingleses no hacían; no sabían qué era pero les interesaba. Era un ritmo que no hacían ellos. Nos presentábamos como lo que somos, peruanos. No lo ocultábamos ni intentábamos acomodarnos. Tito, Manolo y yo llevamos los colores incaicos, la gente nos pedía chullos.

– Empezamos a telonear a los Rolling Stones en los primeros conciertos con Mick Taylor –dice Richard “Bimbo” Macedo–. Con quien más intimamos fue con Bill Wyman, venía a nuestros ensayos y era el más caballero de todos. Tocamos en el Lyceum con Taste y King Crimson.

–Jamás teloneamos a grupos como los Stones o a King Crimson –dice Alex Ventura.

***

–Por desacuerdos con mis compañeros me fui del grupo, desaparecí del mapa por un tiempo –dice Bimbo Macedo–. Mi amigo Wayo alquilaba una granja a 220 millas de Londres, en South Cambridge, así que partí para allá. Jimi Hendrix había muerto hacía pocos días y Mitch Mitchell tenía un cottage a dos millas de la granja donde yo estaba hospedado. Mitch estaba armando un proyecto de grupo con dos baterías llamado Ramatam. Alcanzamos una química tal que choteó al inglés que tocaba con él y me incluyó en el grupo, pero me hicieron el ampay y tuve que salir de Inglaterra.

Flyer.

–Estuve con los Mad’s dos años seguidos –dice Wayo Salas–. Tanto con Bimbo como con Manongo. Me desligué un tiempo cuando fui al campo con Bimbo. Me puse a trabajar con Mitch en su estudio casero en Kent. Cuando muere Hendrix, Mitch tuvo como veinte o treinta propuestas para tocar en diferentes bandas pero él quería formar la suya. También fui road manager para varios artistas como Jack Bruce y Graham Bond, con quien viví durante un año. En el 73 regresé al Perú y solo me dediqué al karate.

–El baterista desapareció de escena. De un día para otro se fue de Londres y no volvimos a oír nada de él hasta décadas después –dice Alex Ventura–. Pero el grupo se encontraba en su mejor momento y queríamos proseguir. Incluso Barrie James Wilson, baterista de Procol Harum, se ofreció para tocar con nosotros. Pero el manager prefería que el grupo fuese integrado 100% por peruanos, ya que esa era la imagen a proyectar.

***

–Yo estaba trabajando en Madrid en la obra Hair, era el percusionista de la banda –dice Manongo Mujica–. De repente, en una de estas funciones se apareció Manolo Ventura. No lo conocía y nunca supe cómo llegó. Me dijo que era miembro fundador de un grupo peruano que se llamaban los Mad’s, que habían conocido a los Stones en Lima y que ellos querían que grabaran en su estudio en Londres pero bajo el nombre de Molesto. La idea era ser el equivalente a Santana en el Reino Unido, es decir, hacer rock latino. Londres era una ciudad multicultural que vivía una efervescencia musical inusitada. La organización de los Stones vio en Manolo a un guitarrista muy creativo y a una banda con una gran energía por los años en que venían tocando.

Bill Morgan en Stargroves. Basta ver cualquier fotografía del castillo de Mick Jagger para comprobar su autenticidad.

Bill Morgan en Stargroves. Basta ver cualquier fotografía del castillo de Mick Jagger para comprobar su autenticidad.

Manolo me contó que Bimbo había dejado de ser su baterista. Le respondí que estaba trabajando a tiempo completo y que para ir a Londres la cosa migratoria es muy difícil. Estaba incrédulo por la propuesta. Le dije, mándame un contrato de trabajo. Si lo haces, me voy a Londres. A los quince días me llegó el contrato de la organización de los Rolling Stones. En esa época los Stones mantenían como a doscientos grupos. Era como una agencia de management que buscaba talentos. Tuve muy buena química con Manolo y me fui a Londres seis meses después.

Los Stones nos dieron una casa para que durmiéramos, la comida ya estaba arreglada y teníamos a nuestra disposición el estudio en Berdmonsey Street. Vivíamos en una casa en las afueras de Londres. Yo no he visto directamente a los Stones, pero he hablado con Marshall Chess, he estado ensayando durante un año en Berdmondsey Street y he grabado en el castillo. Esas son las evidencias. Puedo atestiguar su veracidad. Para mí el pico en esa relación entre los Rolling Stones y los Mad’s fue esa grabación en el castillo de Mick Jagger. Luego llegó la separación, pero quedó la grabación, quedaron las imágenes. Esa son las pruebas definitivas. Si no hubiera eso se podría decir esta que esta historia es una ficción como pretende el señor Peñaloza.

Ensayábamos todos los días. Pasábamos horas de horas de horas de diez de la mañana a ocho de la noche. Tuve que aprenderme las canciones, que eran como diez temas. Básicamente todo era autoría de Manolo. En esa época iba mucho por Bermondsey Street el pianista Ian Stewart, que estaba cargo de los instrumentos, trabajaba ahí. Un día llegó el manager de los Stones, Marshall Chess, llegó al estudio para ver si estábamos listos, se quedó escuchando y dijo, no, todavía no están listos, pero los quiero en el Roundhouse para que abran para no sé qué grupo famoso que estaba promoviendo. Tocamos también en el Marquee y el Speakeasy. Estuvimos haciendo conciertos durante más o menos un año.

Alex Ventura, Manongo Mujica y Billy Morgan.

Alex Ventura, Manongo Mujica y Bill Morgan.

–Yo tenía la dirección y el teléfono de Manolo Ventura –dice Julio Chávez Cabello–. Los busqué al llegar a Londres luego de un largo viaje por varios países, pero me dijeron que ya no vivían ahí. Entonces fui comprar y en la tienda conocí a una chica a la que invité a comer. Cuando salimos del restaurante hacía un frío tremendo, así que le presté mi casaca. Sentí un dolor en el pecho fuertísimo, vimos un sótano, entramos y leí un cartel que decía “Tomorrow: Molesto”. Este lugar era nada menos que Speakeasy. Había llegado por pura casualidad. Los había ubicado por frío, por pura suerte. Al día siguiente, antes del concierto, los busqué en su camerino. No los reconocí. Todos teníamos otros looks, con barba y pelo largo. El baterista era Manongo. Conversamos, todo bacán, y luego salí a escucharlos. El local estaba lleno. Su música no tenía nada que ver con lo que yo había oído acá. Eran mucho más agresivos y a la vez elaborados. Solo tocaban temas propios.

Nadie llega así nomás al Speakeasy. No se trata de tocar la puerta de algún encargado o algo así. No, ahí tienes que tener una agencia. Además me llevaron a un espacio en el que ensayaban. Era un edificio muy grande que me dijeron que pertenecía a los Rolling Stones. Londres es muy caro. Eso no lo financiaban ellos. Eso lo tiene que pagar una empresa. Si viene uno de los Molesto a decirme que esa empresa pertenecía a los Rolling Stones, yo sí le creo. Es más que probable que por lo menos hayan sido manejados por una compañía asociada o vinculada a los Rolling Stones. ¿Para qué crear una mentira? Ellos hicieron lo que ningún grupo de mi generación hizo. Tocaron en la capital del rock en su mejor época. ¿Para qué negarlo?

– Nuevamente llegó Marshall Chess –dice Manongo Mujica–. Nos volvió a escuchar y dijo que estamos listos para una grabación en serio. Entonces nos llevó a la casa de Mick Jagger en el campo, un castillo extraordinario en donde había un mobile estudio. Las sesiones en el castillo duraron dos días.

Manongo Mujica y Billy Morgan.

Manongo Mujica y Bill Morgan.

–A mediados de 1971 el manager nos encargó un demo para mandar a diferentes clubes y facilitar las contrataciones –dice Alex Ventura–. Nos cedieron la Rolling Stones Mobile (el primer estudio móvil completo acondicionado en un autobús y que se usó para grabaciones de varios grupos, entre los que destacaban Led Zeppelin, Deep Purple y Bob Marley; hacía poco los Stones lo habían utilizado para el Sticky Fingers) y el castillo de Mick Jagger en Stargroves. Usamos los amplificadores Ampex a tubos de los Stones y Manolo usó la guitarra de Keith Richards. Nuestras grabaciones se hicieron en la sala del castillo. Registramos cuatro canciones, Fly away, Tumorbossa, un par de temas instrumentales y algunos ensayos. Eran canciones del nuevo repertorio que habíamos trabajado en Inglaterra. A nuestro regreso a Londres hicimos algunas presentaciones en el Roundhouse, en el Speakeasy y en el Marquee.

El grupo se separó a fines de 1971, cuando los integrantes apenas tenían veinte o veintiún años.

***

Manolo Ventura.

Manolo Ventura.

–Cucho no va a encontrar la foto que demanda –dice Julio Chávez Cabello–. Es muy difícil que Mick Jagger deje que te tomes una foto con él. No atracan ahí nomás. Yo he estado en la misma habitación con los Stones en Barcelona junto a mi amigo Gay Mercader, que llevó a los grupos más importantes a España, y no tengo ninguna imagen. Tampoco creo que los Stones se acuerden de mí. Lo que está pidiendo Cucho es muy difícil. En todo caso, y lo digo de manera irónica, tiene razón. Los Mad’s nunca tocaron en Inglaterra, Molesto sí.

Concuerdo con esta opinión. No me sorprendería incluso que los Stones no se acuerden de los Mad’s y un par de episodios que ocurrieron hace más de cuarenta y cinco años, lo cual no significa que no haya habido algún tipo de relación. Hay demasiadas dudas razonables como para afirmar gratuitamente que todo es un fraude al que se han prestado personas honorables.

En el largo camino que me ha llevado investigar esta historia he cometido algunos errores: quizás debí ser más escéptico y, en ocasiones, debí marcar mejor las atribuciones para dejar más claro al enunciador; además, como las fuentes han venido sucesivamente a lo largo de los años, la triangulación ha sido progresiva; he dicho que Marianne Faithfull vino a Perú en 1969 cuando no fue así… En fin. Es de humanos equivocarse y de caballeros rectificar.

–El señor Cucho Peñaloza debe pedir perdón en público desmintiéndose y diciendo que nunca investigó –dice Alex Ventura–. Debe pedirle perdón al grupo. De lo contrario, los integrantes de los Mad’s/Molesto emprenderemos las acciones legales correspondientes. Podemos hacerlo y tenemos la razón.

Manongo Mujica y el roadie de la banda.

Manongo Mujica y el roadie de la banda.

–La versión de Cucho Peñaloza sobre los Mad’s es completamente ficticia –dice Manongo Mujica–. Si le hubieran interesado realmente los hechos históricos se habría tenido que comunicar con alguno de los miembros de los Mad’s. Todos estamos vivos. Yo le hubiera contado la historia. Lo serio es hablar con los músicos que estuvimos ahí. ¿Para qué me interesaría fabricar una ficción, ¿para qué? ¿Por qué mantendría una mentira viva durante cuarenta años solo por el gusto de engañar a la gente? Los músicos no somos mentirosos, somos hombres de corazón, tocamos directamente desde el corazón, ¿para qué vamos a fabricar una ficción como pretende Cucho Peñaloza? Lo ético sería que el señor Cucho Peñaloza se retracte. Todos los seres humanos estamos sujetos a equivocaciones. Los Mad’s sí tuvieron una relación con los Stones y acá están las pruebas. Punto.

 


Carlos Torres Rotondo ha publicado la novela Nuestros Años Salvajes (2001) y los libros de no ficción Demoler. Un viaje personal por la primera escena del rock en el Perú 1957-1975 (2009); Poesía en Rock. Una historia oral. 1966-1991 (2010); Se Acabó el Show. El estallido del rock subterráneo. 1985 (2012); y Crímenes, Psicodelia y Minifaldas. La Serie B en el Perú (2014). En estos momentos está trabajando en la versión reescrita de Demoler.


 

Descargo adicional, por Andrés Tapia

Andrés Tapia, creador del Sello Repsychled e investigador musical desde hace muchos años, es el principal responsable de lanzar el disco de estudio Molesto (en CD y vinilo) y The Mad’s. 1969. En concierto.

En el capítulo mencionan con palabras textuales que la historia de los Mad’s es una “mitología inventada o exagerada para la prensa y vender discos”.

Andrés hace sus descargos correspondientes.

Describo con mucha desilusión algunas impresiones suscitadas por el capítulo referido a la historia de The Mad’s incluido en el último libro de Cucho Peñaloza. A pesar de haber colaborado con fotografías para el libro, razón por la cual estoy en los agradecimientos, debo precisar que exhorté al sr. Cucho Peñaloza a comunicarse con Alex Ventura y con Manongo Mujica. Me ofrecí a alcanzarle sus teléfonos, e-mails, páginas de Facebook o cualquier medio de comunicación directa con ellos; incluso a hacer de intermediario y comunicarme primero para preparar el terreno. De este modo habría podido realizar su investigación directamente consultando a una fuente primaria. La respuesta siempre fue negativa, desde “no es necesario”, “ya para qué”, “no me van a convencer”, hasta “el libro está camino a imprenta” “¿cuál es tu interés?, ¿vender mas discos?” Ante dichas respuestas, solo me quedaba decir: “Yo te los presento, tú haces las consultas, y si no te convencen sus respuestas, pon lo que creas adecuado, pero al menos haces las consultas con fuentes primarias y no con chismes o errores de publicaciones en internet”, pero la respuesta siempre fue negativa. En otras palabras ‘no hay peor sordo que quien no desea oír’. Ya publicado el libro, con las esperadas imprecisiones sobre este tema, solo me queda hacer los descargos. Espero que Cucho los lea con la misma entereza con la que leí yo los suyos en su libro.

  • En la página 67 dice textualmente: “El encargado de reeditar un disco de Los Mad’s hace poco me comentó sobre otro mito que circula por ahí: ….” Respecto al tema de The Mad’s y Mick y Keith en Ancón debo acotar que no conté un “mito” sino trasmití una historia contada por Alex Ventura, el guitarrista y compositor del grupo. Con el tiempo que vengo conversando con él, veo no solo a un músico sino también un amigo. Al conocer a las personas, uno nota cuándo te dicen cuentos o cuándo son sinceras; y por las incontables cantidades de veces que hemos conversado, ya sea en persona, teléfono y en línea por varios años, puedo decir que Alex es una persona franca, directa y honesta en su proceder.
  • Ya que me menciona de manera tan tácita como directa, aclaro que hay un error en aquella alusión: yo no soy en encargado de editar un disco… sino dos CD (uno en estudio y otro en vivo), además de un vinilo. Y editar no consiste solamente en publicar algo, lleva mucho tiempo de investigación, decenas de horas de arreglo fotográfico, decenas de horas de arreglo de audio, decenas de horas para crear el concepto y lograr el objetivo… Todas esas horas invertidas y de triangulación de información para lograr entender lo que sucedió en ese momento están plasmadas en las veinte páginas de cada libro de cada CD. Todo lo puesto ahí está confirmado, sin mitos, sin leyendas, sin cabos sueltos. No me voy a arriesgar a poner algo de lo que no estoy seguro, mucho menos a inventar algo. Hay que recordar que el CD de The Mad’s es el álbum número 21 de los que he editado. No voy a cometer los errores de alguien que recién se inicia en esto.

En las páginas 69-70 hay una frase en donde se lee textualmente: “Aclaro que el disco Molesto, publicado como CD y vinilo en Perú, me parece un muy buen material. Pero el Club Galaxy, la tarjeta de Marshall, el festival con Hendrix y muchas otras historias, son simplemente parte de una mitología inventada o, mejor dicho, exagerada para hacer prensa y vender discos.”

Ante esta frase debo corregir lo siguiente y completar. ¿Hacer prensa? ¿Para qué? El grupo no toca con su formación original desde 1971. No es mitología ni es historia inventada. Cuando comencé a coleccionar discos de vinilo en el año 2000, mucho antes de tener la idea del sello, entre las tantas historias que escuché fue que hubo un grupo llamado “Los Mad’s” (así se le decía, con ‘Los’, sin distinción). Se decía que era uno de los más bravos y que desafortunadamente no habían dejado ningún disco de vinilo por haberse ido a Inglaterra invitado por dos de los Stones. Cuando comencé a coleccionar vinilos de rock peruano y posteriormente revistas fotos y memorabilia de la época, no encontraba ninguna información sobre Los Mad’s. A lo sumo un par de revistas antiguas con unas fotos donde ni se les distinguía bien. Cuando conocí a los músicos de Laghonia, Los Shains, Telegraph Avenue, Los Yorks, Traffic Sound, a Gerardo Manuel y a otros más, todos coincidían al decir que que Los Mad’s eran un grupazo; y yo seguía sin oírlos. En aquel momento pensaba que no existían grabaciones.

Para el 2007, Alex Ventura coloco algunos extractos de grabaciones en youtube. Así los pude oír por primera vez. Nos contactamos recién años después, a través de un amigo de mi padre que a su vez era amigo de Alex desde la infancia. Fue pasándome material y fotos y contando las historias. Nos tomó quizás año y medio recopilar toda la información, conceptuar este disco para poner la verdad y rescatar el trabajo de una de las mejores bandas de rock del Perú y lograr el sólido álbum que es, tanto en calidad de audio, fotos e información. Hay aún más material por editar, muchas fotos y audio, e historias por contar. ¿Para qué, con todo el trabajo realizado, me rebajaría a contar algo que es falso? ¿Para qué, con toda la investigación hecha y con material de sobra para editar siquiera cuatro álbumes, habría que crear historias, si la verdadera historia esta plagada de ricas anécdotas? ¿Para qué habiendo ya dedicado tanto tiempo investigando dejaría de contar la realidad para crear una ficción?

Si la respuesta simplistamente creada es “para vender más discos” acotaré: Si mi finalidad fuera vender más discos, haría únicamente discos de cumbia, esos venderían más, y más rápidamente. Creo que no se entiende aún que Repsychled no esta creado para vender más discos, la finalidad es promover y rescatar la música rock peruana grabada en los 60’s y 70’s, editándola cuidadosamente con un concepto vintage, en un formato moderno y revalorizando el trabajo de los músicos peruanos. Llámenlo locura, romanticismo, labour of love… todo, menos mentir para vender discos. Discúlpenme, pero así no me han criado mis padres. Yo no tengo necesidad de mentir para vender algo.

Creo que el señor Cucho Peñaloza debería al menos rectificar y decir que no se dio el tiempo o no se quiso dar el tiempo de investigar la historia de The Mad’s, y escribió únicamente desde su punto de vista como coleccionista y amante de The Rolling Stones. Sí, pues, ‘la banda de rock n roll más grande del planeta’. A mí también me encanta el grupo. Claro que sí… pero no por eso puedo ciegamente desmerecer otras agrupaciones.

The Mads: «Fly Away» (Ventura/Morgan)
Grabada en el Castillo de Mick Jagger, en Stargroves, Londres – Inglaterra, en The Rolling Stones Mobile Studio. Junio de 1971.